Odiar la Vida, liberar el querer vivir
En el artículo “Adoptemos sus clichés, si, y después metámonos un tiro en el entrecejo” se presume de hacer una crítica a los argumentos dichos en “¿okupas buenos u okupas malos?“, obviando lo que se mencionaba en “Reflexiones desde la torre del moro” que los sitúan en un contexto más apropiado. Aún así voy a entrar en detalles para localizar las diferencias palpables entre una postura y la otra:
Antes de nada quiero recordar la base de la que yo parto:
Okupar es simplemente una acción que crea una Zona Temporalmente Autónoma con afán de permanencia, luego dentro de ese espacio liberado las individualidades que participen desplegarán mediante su imaginación sus propios valores, entrando o no en conflicto con el resto de individualidades que se encuentren en el espacio, pero teniendo presente como única premisa defender a toda costa el lugar que les permite realizar su librepensamiento.
Por tanto, estoy absolutamente de acuerdo cuando hijoputaconclase dice:
La “okupación” como tal no tiene porqué verse integrada en una ideología concreta, y mucho menos en un MOVIMIENTO, esto es un error impuesto por la prensa (tanto burguesa como alternativa) y perpetuado por aquellos que pretenden monopolizar esta ESTRATEGIA.
Decir que una okupa crea una Zona Temporalmente Autonoma con afán de permanencia no es suscribirse a ninguna ideología, es simplemente definir una realidad que puede ser experimentada conscientemente o no por parte de quien realiza la acción. Partiendo de esto es absolutamente comprensible que no existe tal movimiento okupa, como nos quieren hacer creer, sólo individualidades que se agrupan y se dividen movidas por sus propios intereses. Pero… hijoputaconclase olvida mencionar la clave del asunto, hay que defender a toda costa el lugar que nos permite realizar lo que queremos, ahí el meollo de la cuestión.
Defender el lugar que te permite realizar tu voluntad para mí tiene como campo de acción la frontera que divide lo”bueno” y lo “malo”, lo “correcto” o lo “incorrecto”, que establecen todos los sistemas ideológicos que rodean al individuo que okupa. Puede haber enemigos tanto dentro como fuera de la casa, definiendo por enemigo aquél individuo que intenta privarme de “poder hacer”cuando los recursos son abundantes y permiten funcionar de manera autónoma a ambos (si los recursos son escasos ya es otro cantar). Entonces, si para defender el lugar que me permite realizar mi voluntad debo batallar contra mis enemigos debo establecer una estrategia. Aquí es donde hijoputaconclase y yo no estamos de acuerdo:
- Él se basa en una estrategia nihilista: a la mierda todo lo que te juzga, haces lo que tu voluntad te mande y al que le guste bien y a quien no le guste pues ajo y agua. Es una actitud que parte de una idea arrogante: da igual lo que haga el enemigo, si debe hacer algo contra mí lo hará dando igual lo que yo haga para evitarlo. En cierta forma parte de un determinismo del tipo “el policía siempre será policía, no hay forma de desarmarlo”.
- Yo me baso en una estrategia que intenta superar el nihilismo de hijoputaconclase a través de la ironía o el cinismo. Para mí el juicio sobre “lo bueno o lo malo” me es indiferente, sólo me guío por mi propia imaginación como individualidad que soy. Ante el enemigo no creo que deba arrodillarme y poner una cara de niño bueno cuando en verdad lo que querría es matarlo (no me va lo de poner la otra mejilla), la estrategia que planteo es sacar al enemigo de su sistema de ideas para difuminar los roles amigo/enemigo, es decir, la pretensión es suspender el juicio de aquél que nos podría o querría pisar. Obviamente jamás lo conseguirás si de buenas a primeras te presentas a él como el “enemigo” que le han enseñado a odiar en la televisión, o el amigo que le han enseñado a amar en el periódico de turno. Es necesario deslocalizar esas posturas y presentarse en un contexto totalmente novedoso para que el enemigo no tenga ninguna referencia en su ideología a la que agarrarse para ubicarnos en un extremo u otro. Sólo así se puede dejar espacio libre para que cada individualidad pueda crear nuevos valores, y tirar los muros de la casa okupa para extender su espacio de acción a todo su entorno.
Obviamente, si sólo necesitas realizar tu voluntad dentro de un ghetto la primera estrategia es suficiente, si tienes pretensión de poder sacar a la calle tu “poder hacer” con mínimas garantías de éxito la segunda es más efectiva. Es una cuestión de pragmatismo individualista.
P.D: Si reducimos el “querer hacer” en elegir si poner la bandera okupa o escribir con “k” lo dejamos para otro día. Estos fetiches particularmente no me producen ningún tipo de extasis espiritual.
3 comentaris
Y todo se reduce a un bonito: “estima i seràs estimat!”
No le tiréis piedras al madero, ¡besadle en los morros!
jajaja.
He llegado tarde y todavía no he leído el diario underavero.
A ver si me entero un poco y opinamos.
Por el momento, lo ke dice herr_doctor (me encanta como suena el nick) me parece bastante coherente.
La verdad es que no debemos descartar que hay muchas razones por las que se puede okupar un lugar. Una de ellas puede ser para salvarlo de las garras de las excavadoras (como ocurrió en los 70 con los vecinos atrincherados en la casa Golferichs, para evitar que continuaran derruyéndola los desalmados de Núñez i Navarro
a los que las monjitas que heredaron la joya arquitectónica modernista el “Xalet” vendieron por X cantidad. Menudo negocio.
En la Guerra Civil fue requisado por “militants llibertaris, que hi volien crear una universitat popular i llibertària”.
Un percal vaya.
Pues eso, que siempre y cuando haya respeto por las piedras que conforman nuestra história y se tomen las cosas en serio ¡adelante!
Pero ojito porque un edificio emblemático no debe convertirse en un putiferio, porque nadie nos da el derecho a apropiarnos de un trocito de la história si no es para recuperarlo y mantenerlo con vida.
No hacer fiestas destroyer es un buen comienzo. Por el bien de tod@s.
Saludos.
yo creo q. hay distintas razones por las q. se puede okupar .
yo “okupo”, trabajo mucho todo el dia para tener en la mesa mi pan de cada dia, pero lamentablemente no me llega para alquilar y tener mi estudio de dibujo propio, y gracias a eso puedo tener mi propio espacio para dibujar y para vivir .(es otra alternativa) porq-
todo esta muy caro y es lo q. hay por ahora. espero algun dia todo cambie para poder vivir “dignamente” y no apretados como en este momento… saludos daritek
Estoy totalmente de acuerdo con herr_doctor pero…¿por qué tratar de impresionar a la gente con ese lenguaje? Si alguna pretensión política me parece que debería tener la okupación es la de politizar el descontento genelarizado, el de que ese sentimiento de insatisfacción respecto a la realidad que muchos sentimos deje de sufrirse individualmente y se emplee como arma de un modo colectivo, el de conseguir que aquella persona, da igual de que clase social, que nunca se ha planteado okuar vea lo que se haga y diga: ahí tengo yo un vía para dejar de seguir el rebaño, para politizarme, para ir más alla… Me parece que cosas como tratar de emplear un lenguaje complejo, banderas, códigos estéticos muy marcados (las crestas, los pelos, los punks..)…no son más que impedimentos para esa politización del malestar social que me parece que debería ser el objetivo de la okupación. Por supuesto que cada uno podrá hacer lo que quiera, pero por lo menos deberemos ser conscientes de las consecuencias que acarrea para el movimiento okupa el hecho de que lo aislemos del resto de la sociedad.
un saludo!