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De Drogopedia

Corazones Rojos (LSD) – Un viaje con turbulencias…

Bueno, cómo empiezo... Estábamos en el Boom Festival, supuestamente el paraíso de la psicodelia y, la verdad, el sitio no desmerecía, era la hostia, un lago, vacas, decorados que parecían sacados de los sueños más triposos de Escher, jardines de hadas, un sol despampanante... vamos, que los días eran "de PhotoShop"... jajajaj ...bueno eso, estábamos allí y, después de unas cuantas jornadas de curro intenso teníamos un día libre... perfecto!

Dadas las circunstancias decidimos tomar un secante entero (Corazones Rojos, qué bonito! ^_^) cada uno (Mi compañera sentimental y de viajes (qué chollo!), yo y un colega que también salía del curro (aunque él solo tomó 1/4 porque era su primera vez)).

La toma fue sobre las 3h. En unos jardines muy curiosos que tenían unas amanitas muscarias de luz y muchas plantas creciendo...

Una media hora más tarde ella ya había despegado y hacía comentarios como "qué bonito es todo!" o "mira! cómo crecen las plantas!", yo (que todavía seguía en tierra) sonreía viéndola disfrutar y la seguía en su viaje sin guiarla, solo observando. Cómo me divertí viéndola volverse una niña en aquellos jardines de ensueño o siguiéndola a través de una interminable laberinto que, para mí, siempre era cuesta arriba para llegar a una orgía que nunca tubo lugar... todo sea dicho, el laberinto estaba "dibujado" con piedras en el suelo, que en esos momentos nos parecían barreras infranqueables, y llevaba hasta un iglú hecho de barro que estaba en el centro y cuyo interior estaba muy oscuro, tan solo iluminado por una pequeña vela roja...

El colega nos acompañaba i sonreía... le estaba pegando...

Más o menos sobre las 4h30' decidimos cambiar el escenario y fuimos a bailar...

Ahí yo comencé a notar la subida, ya he dicho alguna vez que a mí me cuesta "ver" cosas, mis viajes suelen ser más... mentales? bueno, en este caso, la cosa es que noté que se me modificaban sensiblemente las dimensiones y, sobre todo, las inclinaciones! una recta llana me parecía una bajada (o subida) inmensa, o me parecía que subía hacia ambos lados, quiero decir, hacia cualquier lado! todo era subida, o bajada, da igual! mientras me daba cuenta de esto, fases de risa descontrolada nos azotaban a los tres...

Llegamos a la pista de baile y el colega decide adentrarse, pensé "allá tú pero yo ahí no me meto"... mi niña se solidarizó conmigo y se quedó a unos metros y, poco después me mira fijamente y me dice... "vamos!", me coge de la mano y echamos a correr...

A partir de entonces, ella no hacía más que reírse (qué bien lo pasamos) y yo, no sé porqué, iba adoptando papeles, rajando y rajando sobre mil cosas, en la mayoría de las conversaciones hablaba yo por varios personajes porque ella no podía por la risa... jajajajaj ...fue increíble, pasé de abuela risueña a capitán de barco, pasando por dios sabe cuántos papeles, y en cada uno iba relatando algo...

A las 5h estábamos de vuelta en los jardines y yo descubrí unas mesas que, además de mesas eran tambores de metro y medio de diámetro en los que se podían sentar varias personas a tocar... gran idea, pensé, así se acaba el problema de "préstame el djembé"...

Luego, cuando ya amanecía, fuimos a tomar un chai (chaaaaaaai sto staweeeeeenooooooo!!!) y estuvimos hablando y riendo, a ella le pegaba duro pero no especialmente en este momento y a mí no me había pegado especialmente en toda la noche, así que pudimos sostener la taza con dignidad y sobrellevar el té con mediana compostura...

Sobre las 7h decidimos llamar al colega y quedamos con él en el chai y, cinco minutos después y sin que el colega hubiera llegado, nos pega el tripi y nos largamos. Nos damos cuenta cuando casi estamos llegando a la pista y decidimos llamar a el colega de nuevo (estaba, lógicamente, llegando al chai) para encontrarnos en un punto intermedio, un poco más abajo, entre el chai y la pista, y nos dirigimos hacia allí, fue entonces cuando empezaron las turbulencias...

Por el camino hacia el punto de encuentro y justo cuando el colega y yo establecimos contacto visual nos interceptó una colega mía que hacía meses que no veía, por lo que me saludó con cierta efusividad y pasamos unos momentos preguntándonos qué tal la vida... al poco, mi novia se ralla y, sin mediar palabra, se larga. Yo, a cuadros, el colega flipando y la colega no sé ni lo que pensaría. En el segundo que tardé en reaccionar mi niña ya se había alejado unos cuantos metros, salí tras ella a escape, llamándola sin que ella hiciera ademán de oírme, cuando llegué, tuve que ponerme delante de ella para que no siguiera avanzando, y se paró...

Por alguna razón se le había metido en la cabeza que mi colega (ella, no él) y yo "nos queríamos" más allá de eso... y parecía muy convencida, no paraba de llorar y repetirme "tú la quieres... y ella a ti también" y yo "no, niña, sal del viaje y ven conmigo, vuelve...". Lo pasé fatal (y supongo que ella también) mientras trataba de sacarla del mal viaje y traerla de vuelta... Ya me veis a mí, intentando darle la vuelta a su tortilla sin que se me diera vuelta la mía también... una locura, no sé qué vio o creyó ver pero fue bastante difícil traerla de vuelta (creo que no se recuperó del todo hasta pasados unos días, qué duro debió de ser para ella...) al final, conseguimos salir de la zona de turbulencias, aunque con un motor tocado y la cola humeando, y decidimos ir a bailar tras pedir disculpas a la colega y el colega que nos esperaban sentados en el suelo a doscientos metros, hablando entre ellos.

8h Los colegas se pierden en la pista de baile nada más llegar (como para esperarnos más) y yo, por el camino, me encuentro un cojín hinchable, qué digo un cojín, un puto sofá hinchable rosa flúor!!! Me enamoré en cuanto lo vi (llevaba días pensando cómo ir al anti-boom (no me gusta el trance) y esa era mi salvación), ya tenía el medio, solo necesitaba el combustible: tenía que hacerme un remo!!! pero ahora no era el momento así que tenía que concentrarme en no perder aquel inmenso sofá rosa fluor (como para perderlo...). A partir de entonces y durante unas tres horas, mi sofá y yo fuimos inseparables, si me iba a fumar, me llevaba (y usaba) mi sofá, si iba a bailar, bailaba con mi sofá, saltaba encima (o debajo) de él, me sentaba cual náufrago y hacía dedo, lo abrazaba con celo o reía sin parar mientras daba vueltas con el sofá entre mis brazos... fue muy entretenido, realmente me reí mucho y lo pasé muy bien hasta que fuimos a dejarlo en nuestro campamento avanzado (el stand donde estábamos currando que, aunque lejos, estaba más cerca que la tienda de campaña) ahora me imagino, con mis pintas (que son un tanto agresivas) abrazado a un cojín hinchable, rosa y flúor y es que me la parto... Sobre las 12h, a mí ya se me bajaba (a ella todo le dura mucho... qué barata me salió la jodía!) así que decidí comerme un secante de más o menos una gota (total... teníamos el día libre!) para aprovechar ahora que habíamos superado el mal viaje y todo iba sobre ruedas...

Pasamos una hora, o dos, ya ni sé, hablando y riendo mientras ella me contaba cosas que había visto y me daba un masaje en la espalda porque después del curro, más de veinticuatro horas despierto y el viaje me dolía un poco...

Decidimos dar un paseo a la parte del festival que no habíamos visto y buscar las playas "del otro lado" y eso hicimos, la playa resultó ser de rocas puntiagudas y bastante incómodas incluso dentro del agua (parecía como si el que había diseñado el lago no quisiera que nadie se bañara en esa zona) por lo que había que dar dos pasos y saltar en plancha como cuando un niño pequeño se tira al agua, para nadar sin tocar el suelo, pero nos pareció un paraje idílico mientras reíamos y comentábamos la experiencia y, sobre las 16h estábamos de vuelta en el campamento con la idea de descansar un poco (o de cansarnos un poco más...), para encontrarnos con nuestra coordinadora diciéndonos que, debido a un imprevisto, tendríamos que ir a currar a las 20h...

PAM! Bajón de mil pares, yo, sin escuchar explicaciones, ni pedirlas, me fui a la tienda y me eché a dormir, mi compañera vino poco después a hacerme compañía, aunque no durmió tanto porque, como ya he dicho, a ella todo le sube mucho (y le dura mucho)...

Tras escasas tres horas de sueño, me levanté y llegué tarde al curro... ¬.¬ ...

2c-e + LSD = De lo Bueno lo Mejor y de lo Mejor lo Superior.

Bueno, os lo explicaré todo desde el principio, lo primero creo que sería decir que yo nunca había “alucinado”, nunca había conseguido ver lo que mis colegas “veían”, nunca había visto nada distinto de lo “normal”, y ese era un tema que me tenía frustrado… Por otra parte, en este momento me encontraba en un “buen momento”, estaba bien en todos los aspectos de mi vida, trabajo, casa, familia, pareja… todo era perfecto.




Un sábado y tras haberlo meditado largo y tendido, mi compañera y yo habíamos decidido probar juntos el 2c-e. Nos levantamos a una hora prudencial y, después de hacer unas cuantas cosas, sobre el mediodía, tomamos 15mg cada uno.

Media hora más tarde, ella ya veía “cosas”, su viaje había comenzado, y yo en tierra, no pasa nada, paciencia… tras dos horas más, comencé a preocuparme, había escuchado que hay gente “inmune” o resistente a los 2c’s y me surgió la idea de que, en caso de que no me subiera el 2c-e, pues nada, un trip y de viaje!

Media hora más tarde (unas tres horas desde la toma) comencé a notar una leve sensación de ingravidez y algo de calor en las sienes y, hacia media tarde noté que me costaba moverme (o que me daba mucho palo), vamos, que estaba tiradísimo en el sofá, con la vista perdida en el techo, mirándolo sin mirarlo, cuando los ví. Había fractales en el techo!!! Y se movían! Estuve analizando un rato mi nuevo “poder”, poniéndolo a prueba y me di cuenta de que había que desenfocar la vista para verlos, había que “mirar sin mirar” y me costaba mucha concentración mantenerlo. Entonces me volvió a la mente el LSD. Pensé que quizás me haría mas fácil el dejarme llevar…

En uno de los momentos de claridad que te brinda el 2c-e, lo hablamos y, tras llegar a la conclusión de que estábamos en un buen momento y de que nos apetecía ir de viaje, decidimos comernos un blotter cada uno… (burro grande ande o no ande!!! jajajaj) y fue lo mejor que pudimos hacer…

Tomamos el LSD una hora antes de cenar, más o menos (con lo que la cena nos supo a gloria), y entonces sí, los fractales se intensificaban, las texturas cobraban más importancia y el suelo parecía líquido hasta el punto de que con cada paso pensé que haría “plop” y que una onda expansiva recorrería toda su superficie…

Durante la tarde hubo fases de claridad mental y comprensión absoluta de la vida y sus entretejos pero después de cenar, esas fases se intensificaron y hablando y hablando, llegamos a muchas conclusiones, hubo risas (muchas risas) y, al final, mientras el vuelo 2c-e + LSD, destino “El Paraíso” aterrizaba, cuando ya no podíamos más… nos dormimos.

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